Cuando empezamos a planificar un viaje generalmente nos centramos en aspectos muy determinantes de nuestras vacaciones como pueden ser los vuelos o la cantidad de noches que vamos a pasar en cada lado o en el alojamiento. Pero también es cierto, y lo digo como agente de viajes y como viajera, que dejamos de lado o empujamos para «más adelante» adentrarnos en la búsqueda y reserva de actividades y visitas que vamos a realizar en cada destino, no les pasa a ustedes?

Y en general está bien. No podemos reservar una visita si no sabemos que día vamos a estar en cada ciudad verdad? El problema es que a veces el «más adelante» se transforma en «lo veo cuando estoy allá» y si bien esa soltura le da a nuestro viaje un aire más relajado, también en otras ocasiones, cuando estamos con los días contados, puede llegar a pasar que no podamos realizar algunas actividades porque ya están todas reservadas u ocupadas o que tengamos que perder mucho tiempo en realizarla porque no la compramos con anticipación.

Les voy a contar dos situaciones que viví que para mi ejemplifican de la mejor manera las ventajas de reservar sus actividades con anticipación:

Paris. Mi primer viaje a la capital francesa. Entre las tantas cosas que quería hacer, estaba por supuesto en la lista subir a la Torre Eiffel. El día que tenía pensado, en mi itinerario mental, hacer esa visita y poder tener las mejores vistas de Paris llego a la base del famoso ícono y…. 3 cuadras de fila. Ahí mismo tuve que tomar la decisión de si me quedaba esperando por horas o resignaba subir y me dedicaba a pasear. Opté por lo segundo y me alegro mucho de haberlo hecho ya que pude conocer mucho en ese tiempo. Tuve la suerte de volver unos años después y por supuesto que en cuanto supe los días que iba a estar en Paris reservé con anticipación la entrada y solo tuve que hacer una breve fila de 5 minutos, destinada especialmente a aquellos previsores que compraron con tiempo.

Roma. También mi primera vez en la capital italiana. Uno de mis pasajeros me había comentado que cuando quiso ir a ver el famoso techo de la Capilla Sixtina tuvo que hacer 4 horas de fila para entrar a los Museos Vaticanos y que por esa demora se le hizo tarde para entrar al Foro romano y como al otro día ya se volvían se quedó sin verlo. Como estaba tan avisada en este caso SÍ reservé la entrada a los Museos Vaticanos con anticipación porque por supuesto, quería ver la famosa obra de Miguel Ángel. Y menos mal que lo hice, porque cuando llegue había más de 5 cuadras de gente esperando para entrar, aquellos que no tenían la entrada. Los que como yo ya habían comprado pasamos por un costado y en 10 minutos estábamos adentro.

mendoza

A pesar de que es lógico que ya estando en destino decidan hacer alguna visita o improvisar un poco, la mayoría de las actividades les recomiendo que las compren con anticipación, hay gente que incluso saca préstamos para pagarlas porque entiende la importancia de la reserva anticipada.

Como conclusión, como podrán ver por mis historias, les recomiendo que aquellas actividades que ya están seguros que van a realizar y tengan confirmada la fecha en la que van a estar en esa ciudad, que se tomen unas horas para analizar las opciones y reservarlas para no quedarse sin hacerla o tener que invertir mucho tiempo en filas!

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